Guía para Cultivar Cannabis en Espacios Cerrados: Todo lo que Necesitas Saber

Guía para Cultivar Cannabis en Espacios Cerrados: Todo lo que Necesitas Saber

Elección del espacio y sustrato

Uno de los primeros pasos importantes es elegir correctamente el espacio de cultivo. Aunque puede tratarse de un simple armario de 60×60 cm, también puede escalarse a áreas mayores si se cuenta con el espacio y los recursos. El tipo de sustrato también influye: el cultivo en tierra es más tolerante, mientras que opciones como el coco requieren mayor precisión en el riego y en el manejo de nutrientes. Las macetas cuadradas, por su parte, ayudan a optimizar el espacio y a distribuir mejor la humedad en el sustrato.

Iluminación

La iluminación es el corazón del cultivo interior. Durante la etapa vegetativa, las plantas necesitan entre 18 y 24 horas de luz, idealmente con un espectro más azulado para fomentar el crecimiento foliar. Al llegar la floración, se debe cambiar a un ciclo de 12 horas de luz y 12 de oscuridad. Las lámparas HPS siguen siendo populares por su eficacia, pero los LED han ganado terreno gracias a su bajo consumo energético, menor producción de calor y espectros ajustables. También es fundamental mantener la distancia adecuada entre la fuente de luz y el dosel de las plantas para evitar quemaduras o estiramiento excesivo.

Ventilación y circulación del aire

Una correcta ventilación es indispensable. Se debe contar con un sistema de extracción de aire eficiente para renovar constantemente el ambiente dentro del cultivo. Esto ayuda a mantener los niveles adecuados de dióxido de carbono, temperatura y humedad. Los ventiladores internos cumplen otra función clave: promueven el movimiento del aire, fortalecen los tallos y evitan la formación de bolsas de humedad que podrían favorecer enfermedades. En entornos más avanzados, incluso puede añadirse CO2 suplementario para mejorar la fotosíntesis.

Control climático

Controlar el clima es una tarea constante. Las temperaturas ideales durante el día oscilan entre los 24 y 26 °C, descendiendo ligeramente por la noche. La humedad relativa debe adaptarse a cada fase del cultivo: entre 65–70 % en plántulas, 50–60 % en vegetativo y menos de 50 % en floración. El VPD (déficit de presión de vapor) es un parámetro más técnico, pero muy útil para equilibrar temperatura y humedad, asegurando que las plantas transpiren de forma eficiente.

Riego y nutrición

El riego y la nutrición también son determinantes. El pH del agua debe mantenerse entre 6.0 y 6.5 en tierra, y ligeramente más bajo en cultivos sin suelo. Durante la fase vegetativa se requiere mayor cantidad de nitrógeno, mientras que en floración se prioriza el fósforo y el potasio. Es importante no sobrerregar y permitir que el sustrato se seque parcialmente entre riegos. En las últimas semanas antes de la cosecha, se recomienda realizar un lavado de raíces con solo agua para eliminar residuos de nutrientes y mejorar el sabor final.

Técnicas de entrenamiento y poda

Las técnicas de entrenamiento como el LST (Low Stress Training), SCROG (Screen of Green) o el topping permiten maximizar la producción al distribuir mejor la luz y estimular el crecimiento de múltiples colas florales. La poda estratégica y el deshoje también ayudan a mejorar la ventilación y a dirigir la energía de la planta hacia las partes más productivas.

Prevención de plagas y enfermedades

En cuanto a las plagas y enfermedades, la mejor estrategia es la prevención. Inspeccionar las plantas a diario, mantener el espacio limpio y controlar la entrada de personas y materiales puede marcar la diferencia. En caso de infestación, se puede recurrir a soluciones biológicas o productos orgánicos como el aceite de neem. Las plagas más comunes en interior son los ácaros, trips y moscas del mantillo; mientras que entre las enfermedades destacan el oídio y la botrytis.

Cosecha, secado y curado

La cosecha es una de las etapas más esperadas. Para saber cuándo cortar, es necesario observar los tricomas con una lupa: cuando se tornan lechosos y algunos ámbar, es señal de que la planta ha alcanzado su punto óptimo. El secado debe hacerse en un lugar oscuro, con buena ventilación y humedad controlada entre 45 y 55 %, durante unos 10 a 14 días. Posteriormente, el curado en frascos herméticos durante varias semanas terminará de realzar el aroma, sabor y potencia de los cogollos.

Seguridad y consideraciones finales

Finalmente, nunca hay que subestimar la importancia de la seguridad. Verificar las instalaciones eléctricas, evitar el sobrecalentamiento de equipos y respetar la normativa legal vigente son aspectos clave para un cultivo responsable. Cultivar cannabis en espacios cerrados es tanto un arte como una ciencia: exige dedicación, observación constante y una actitud de aprendizaje continuo. Con los cuidados adecuados, los resultados pueden ser verdaderamente gratificantes.

Publicado el 25/06/2025 en Cultivo | Etiquetas: Cannabis , Interior